Hacia la otra orilla del Gran Mar de Arena se encuentra el oasis de Siwa. Tradición y barro son los ingredientes que hacen de esta isla del pasado algo verdaderamente especial. El aislamiento histórico en el que ha estado sumido este pueblo de Shali, por culpa o gracias al desierto, le confiere una personalidad única y le convierte en un lugar paradisíaco. Los burros y las bicicletas son los medios de transporte más utilizados por los hombres de esta población berebere, conservadora y hospitalaria, en la no resulta nada fácil comprobar que hay mujeres. Las hembras nunca se ven por la calle, hay que adivinarlas debajo de las túnicas.
Impresiona "ver" a estas mujeres bajo su burka. Tuviste suerte de poder fotografiarlas.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias por esta foto en las que se combinan narración y estética de una forma genial. Un abrazo, Ramón
ResponderEliminarY tanto que hay que adivinalas... parecen dos marionetas, dos fantasmas.
ResponderEliminarMuy buena tu foto y comentario.
Un saludo.
Una imagen terrible en lo que nos muestra y maravillosa como fotografía.
ResponderEliminarEl encuadre, la luz, el movimiento de las mujeres enmascaradas...
Me encantan las fotos de Marruecos y el desierto me parece muy bello, tan sobrio, tan limpio...
He llegado a tu blog siguiendo los pasos que dejaste en mi blog de fotos, me gusta mucho tu rincón.
La fotografía es mi gran pasión. Tengo otro blog donde también acompaño mis fotos con textos.
http://elperfumedelasmoreras.blogspot.com/
José Luís, ha sido un placer descubrirte.
Un beso,