A pesar de la habilidad del fotógrafo y por muy calculadas que estén la composición, el encuadre, la luz y la expresión, siempre, por suerte, al observar el resultado, aparece una chispita minúscula de azar con la cual la realidad ha chamuscado la imagen. La naturaleza que habla a la cámara es distinta de la que habla a los ojos y la fotografía hace patentes los mundos que habitan en lo minúsculo, en lo imperceptible, suficientemente ocultos, pero que, al hacerse grandes resultan evidentes y ponen de manifiesto la enorme distancia que existe entre la técnica y la magia
Las imágenes hablan por sí mismas. Esto es lo que éstas un día me dijeron a mí.
martes, 18 de mayo de 2010
viernes, 7 de mayo de 2010
El poder del bicho
Las fotos que he visto del tema del mes ("Bichos") en la Kedada Fotográfica son fantásticas imágenes de naturaleza en las que abundan los animales. He querido escaparme un poco de la corriente y he encontrado ésta que me parece adecuada. Además de animal y persona de malas intenciones, otra acepción de la palabra bicho es "toro".
Ha acabado la corrida. Caen las primeras sombras al ruedo y se apilan las almohadillas voladoras. Sobre la arena un niño recrea la tarde. No le aturden los aplausos ni le deslumbran las luces del traje ni le encandila la figura del torero. Lo que ha dejado embelesado al chaval, lo que realmente ha hecho mella en su retina y en su ánimo, es el toro. El bicho.
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