A pesar de la habilidad del fotógrafo y por muy calculadas que estén la composición, el encuadre, la luz y la expresión, siempre, por suerte, al observar el resultado, aparece una chispita minúscula de azar con la cual la realidad ha chamuscado la imagen. La naturaleza que habla a la cámara es distinta de la que habla a los ojos y la fotografía hace patentes los mundos que habitan en lo minúsculo, en lo imperceptible, suficientemente ocultos, pero que, al hacerse grandes resultan evidentes y ponen de manifiesto la enorme distancia que existe entre la técnica y la magia
magia y tecnica perfectamente resumidas en tu fotografia :)
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