La naturaleza misma del azar anula toda posibilidad de que sea administrado. En muchas imágenes se aprecia con mayor o menor claridad una especie de azar forzado que las hace claramente inverosímiles porque las acciones o los elementos que encarnan la composición están huecos, se distingue que no tienen alma. Sin embargo, a veces, distintos acontecimientos van sucediéndose de modo espontáneo, tienen lugar de forma aleatoria y se hilvanan entre sí hasta formar una realidad única. El momento tiene que pillar al fotógrafo con el dedo en el gatillo. ¿Alguien dijo algo de un instante decisivo?