Comienza a dibujarse el día. Poco a poco van desperezándose los colores, se desdibujan las sombras, se apaga la noche ya agotada. El sol, atento, escucha el lamento de la niebla que se deja la piel en la batalla. Al final la luz se abre camino, la mañana se desata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario