Vivir de lo que te hace disfrutar, esa es la meta. El camino de la especialización es largo y suele resultar amargo, pero la profesionalización es imprescindible en el mundo actual. Sacrificios, trabajo férreo, desventuras, sinsabores, así es la vida de los que no renuncian a sus sueños. Pero, vale la pena. Los aspirantes a la felicidad no se arredran. “Dedico mi vida al baile porque la gente que baila es feliz y hoy en día ser feliz es muy difícil”.
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